Arizona
Hay lugares que no se explican. Solo se sienten.
Estar en Arizona me recordó algo que a veces se me olvida:
Lo pequeño que somos.
No en un sentido negativo, sino liberador.
Pequeños ante el tiempo, ante la naturaleza, ante la escala de este planeta que no deja de sorprender.
Frente a esas formaciones que han resistido miles de años, frente a un río que talló su propio camino, frente al silencio del desierto… sentí una especie de reverencia tranquila.
Como si el mundo me dijera: “estás aquí, y eso basta”.
Porque cuando dejas de tratar de entenderlo todo,
empiezas a hacerte mejores preguntas.
¿Qué parte de mí puede soltar el control?
¿Qué tanto espacio dejo para el asombro?
Explorar también es eso:
salir a buscar horizontes que te recuerden que no necesitas ser grande para vivir algo inmenso.














RECENT PHOTOS